Cada parada en Shell no es solo para llenar el tanque; es para recargarte, para conectar con tu rutina, con tus momentos. Ese café antes del trabajo, la pausa en la ruta que te prepara para la aventura, la estación de siempre que te recibe con la misma calidez. La energía que te hace ir más lejos, es también la que te hace volver.
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