Se trata de una ecorregión que representa los paisajes típicos del Chaco Seco. Sus 40.000 hectáreas están cubiertas por una vegetación xerófila, caracterizada por un denso, espinoso e impenetrable bosque dominado por quebrachos blancos y samu’ú. Este sitio invita a los amantes de la naturaleza a disfrutar de una rica biodiversidad, con varias especies autóctonas, algunas de ellas en peligro de extinción. Además, el área alberga picadas y trincheras históricas de la Guerra del Chaco (1932-1935), lo que añade un valor cultural a su importancia ecológica. El acceso es gratuito, y la región cuenta con guardaparques y un puesto de control que garantiza la protección del lugar. Establecida por el Decreto 15.936 el 21 de mayo de 1980, esta área se considera la puerta de entrada a la Reserva de la Biosfera del Chaco. Para más información, comuníquese al (021) 2879000.