La Iglesia Catedral de la ciudad de Encarnación, centro y eje de la Fé de los católicos romanos encarnacenos, es uno de los monumentos que integran la nómina de las construcciones que acompañaron el desarrollo de la capital del VII Departamento de Itapúa. Su construcción data del año 1928 para lo cual, conocidos y activos vecinos de la ciudad se integraban en Comisiones, que a través de actividades benéficas, coadyuvaban para reunir parte de los fondos que demandaba la monumental obra.