Trinidad del Paraná es una ciudad encantadora y tranquila, conocida por la calidez y hospitalidad de su gente. Se encuentra a tan solo 29 kilómetros del centro de Encarnación, sobre la Ruta VI, lo que la convierte en un destino accesible para quienes desean conocer su historia y naturaleza. Entre sus principales atractivos turísticos destaca Itá Cajón, una antigua cantera jesuítica donde se extraían las piedras utilizadas para la construcción de la emblemática Misión Jesuítica de Trinidad del Paraná, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Esta misión ofrece un espectáculo nocturno de luces y sonidos que transforma la visita en una experiencia mágica y enriquecedora. Además, los visitantes pueden recorrer el Sendero Indígena de Guavirami, que conduce hasta la Cantera de San Luis, otro sitio histórico de extracción de piedra para la misión. Este recorrido combina naturaleza, misterio e historia indígena, ascendiendo por el cerro y permitiendo un contacto directo con el entorno natural y cultural de la región.
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