Mariano Roque Alonso, ubicada en el Departamento Central, es una ciudad que combina historia, modernidad y un fuerte dinamismo económico. Su origen se remonta a finales de la Guerra de la Triple Alianza, cuando en la zona comenzaron a establecerse pobladores que buscaban reconstruir sus vidas después del conflicto. Sin embargo, fue oficialmente fundada recién en 1945, consolidándose desde entonces como uno de los municipios más jóvenes pero también más pujantes del área metropolitana de Asunción. La ciudad lleva el nombre del General Mariano Roque Alonso, destacado militar y presidente provisional del Paraguay entre 1841 y 1844, en reconocimiento a su papel en la organización del país tras la independencia. Uno de los eventos más emblemáticos de la ciudad es la Expo Mariano Roque Alonso, la feria más importante de Paraguay, que cada año reúne a empresarios, productores, expositores y visitantes de todo el país y del extranjero. En este espacio se exhiben innovaciones en tecnología, agroindustria, comercio, ganadería y servicios, convirtiéndose en un motor clave para la economía nacional y en un punto de encuentro internacional. La estratégica ubicación de Mariano Roque Alonso, a orillas del río Paraguay, le otorga una fuerte conexión fluvial y vial. El puente Remanso, inaugurado en 1978, la vincula con la Región Occidental o Chaco paraguayo, facilitando el tránsito de mercancías y personas y consolidándola como un nodo logístico fundamental para el país. Más allá de su papel económico, la ciudad ofrece un entorno que combina urbanización con naturaleza. Sus zonas residenciales han crecido de manera sostenida, atrayendo a familias que buscan cercanía con Asunción, mientras que su ribera sobre el río Paraguay brinda espacios de esparcimiento, pesca y actividades recreativas. Mariano Roque Alonso también posee una fuerte identidad cultural, que se refleja en sus festividades religiosas, eventos comunitarios y en el sentido de pertenencia de sus habitantes. Su desarrollo urbano, su dinamismo comercial y su relevancia como sede de la Expo la posicionan como una ciudad moderna que, sin perder su historia, se proyecta con fuerza hacia el futuro.