Itá, situada a 42 km de Asunción, es una de las ciudades más antiguas del Departamento Central y se la conoce como la “Capital de la Cerámica” y la ciudad del “Cántaro y la Miel”. Su historia se remonta a los tiempos coloniales, cuando los franciscanos enseñaron a las mujeres de la comunidad la elaboración de vasijas de barro como medio de subsistencia, aprovechando la abundancia de arcilla en la zona. Desde entonces, la tradición artesanal se ha transmitido de generación en generación, convirtiendo a Itá en un emblema cultural y artístico del Paraguay. La ciudad es reconocida por la Feria de la Cerámica, donde los visitantes pueden adquirir piezas únicas hechas a mano, desde utensilios cotidianos hasta obras decorativas, elaboradas con la maestría de los artesanos locales. También se puede visitar talleres abiertos al público y apreciar en vivo el proceso de creación de estas obras. Entre sus figuras más destacadas se encuentran Doña Rosa Brítez, Juana y Julia Isidre y Marciana Rojas, herederas de un arte ancestral muy apreciado dentro y fuera del país. En el plano religioso, sobresale la Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, que resguarda la venerada imagen de la Virgen de Itá, constituyéndose en un importante centro de peregrinación. En el corazón de la ciudad se encuentra además la Laguna de Itá, envuelta en leyendas y relatos que han pasado de generación en generación, permaneciendo como un símbolo de identidad local. Los atractivos naturales también forman parte de su encanto. El Cerro de Itá y el Cerro Arrúa’i, con su gruta misteriosa perteneciente a la cordillera de Ybytypanemá, invitan a la práctica de turismo de aventura, caminatas, safaris fotográficos y exploración de antiguos senderos. Por su parte, los balnearios del Arroyo Paranambú son una opción refrescante en los días de calor, muy concurridos por visitantes y pobladores. Itá combina su legado artesanal con hospitalidad, tradición y una variada gastronomía, que ofrece lo mejor de la cocina paraguaya. Es un destino ideal para quienes buscan conectar con la cultura, la historia y la naturaleza en un entorno pintoresco que conserva intacto el espíritu de sus raíces.