Ubicada a orillas del majestuoso río Paraná, Carmen del Paraná es reconocida como la “Capital del Arroz”, debido a la intensa actividad agrícola del distrito y la presencia de numerosos silos dedicados al almacenamiento y procesamiento de este cereal. Este título refleja el carácter productivo de la ciudad, profundamente ligado a la tierra y al trabajo de su gente. Con un ambiente sereno y una notable calidad de vida, la ciudad se convirtió en un referente turístico del sur del país a partir de 2011, cuando inauguró su imponente costanera de 8 kilómetros, una obra que transformó el paisaje urbano al borde del río y que forma una especie de península natural. Desde allí, la vista se funde con el horizonte en una escena donde el agua y el cielo parecen unirse, brindando uno de los paisajes más hermosos del Paraguay. En ciertos sectores, por la ausencia de tierra visible, la vista incluso recuerda a la del mar. Carmen del Paraná cuenta con tres playas: Pirayú, Ybicuí y Tacuary, siendo esta última la más visitada por turistas nacionales e internacionales, especialmente en la temporada estival. Cada playa ofrece aguas limpias, arenas suaves y un entorno ideal para el descanso, actividades al aire libre y recreación familiar. En las inmediaciones del centro urbano se encuentra el arroyo Tacuary, cuya ribera fue escenario de la histórica Batalla de Tacuary. Hoy, parte de este arroyo se ve afectado por la suba de la cota del embalse de Yacyretá, lo que ha modificado su cauce natural. En su época dorada del transporte ferroviario, Carmen del Paraná fue uno de los principales puntos de paso en el sur del país. Su antigua estación de tren, restaurada y convertida actualmente en museo histórico, conserva parte del patrimonio ferroviario nacional. El museo cuenta también con una sección al aire libre, donde se pueden observar antiguas locomotoras y restos del puente ferroviario que atravesaba el arroyo Tacuary. Hoy en día, Carmen del Paraná es un destino elegido por familias que buscan tranquilidad, naturaleza y cultura en un solo lugar. Su costanera, sus playas y su historia viva convierten a esta ciudad en una parada obligatoria en cualquier recorrido por el sur de Itapúa.
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