San Blas es el Patrono del Paraguay. La devoción a este santo viene
con reflejos de historia y se adentró en el sentimiento de los paraguayos desde
los primeros años de la conquista.
Su día es el 3 de febrero y su celebración, más allá de las
solemnidades del culto, adquirió ribetes populares.
Una vez participado en la Misa solemne que se celebra en la
Catedral de Asunción, en el barrio más cercano, conocido con el nombre de
“Punta Karapã” tienen lugar los actos recreativos, cuya máxima expresión es el
baile de las galoperas, elencos integrados por gente de todas las edades y que
danzan al ritmo de una bandita folklórica.