En el Paraguay, los días 1 y 2 de noviembre tienen cierta
conjunción y son dedicados a visitar las tumbas de los seres queridos. La
Iglesia dedica el 1 de noviembre a celebrar con alegría el día de todos los
santos y generalmente en las catedrales es la ocasión propicia para ceremonias
como ordenaciones sacerdotales.
Igualmente, el calendario litúrgico dice que el 2 de noviembre
corresponde a la recordación de los fieles difuntos y por eso los camposantos
se llenan de visitantes, que dejan una ofrenda floral y elevan preces por sus
seres queridos y otros se instalan a pasar el día junto a las tumbas como
suprema demostración de amor y recordación.
Los paraguayos de las distintas ciudades y departamento del país
dedican los dos días para honrar a sus muertos, y hacer la tradicional visita
al cementerio.