Estos dos personajes del santoral cristiano dieron nombre a la
reducción jesuítica y a la ciudad creada en su entorno, se celebra el 26 de
setiembre.
Del pasado jesuítico quedan hoy la iglesia, el colegio, el reloj de
sol y algunas casas de indios, a los que debe agregarse la existencia de
imágenes, altares y otros objetos que forman el cúmulo de patrimonio
histórico-cultural-religioso del lugar. Esta fiesta es una oportunidad en que
la comunidad renueva antiguas tradiciones y agrega a la solemnidad litúrgica,
actos recreativos y artísticos.