La Iglesia Catedral de la ciudad de Encarnación es el principal referente de la fe católica en el sur del país y constituye uno de los edificios emblemáticos que acompañaron el desarrollo urbano y espiritual de la capital del VII Departamento de Itapúa. Ubicada en el corazón de la ciudad, en el punto que antiguamente dividía a Encarnación Alta de la Encarnación Baja, la Catedral representa no solo un centro religioso, sino también un ícono patrimonial que forma parte de la identidad encarnacena. Su construcción se inició en el año 1928, gracias a la activa participación de vecinos comprometidos, quienes conformaban comisiones y organizaban actividades benéficas para reunir los fondos necesarios. Diez años más tarde, en 1938, se hizo realidad el anhelo colectivo de dotar a la ciudad de un templo digno de su creciente población y fervor religioso. La monumental obra fue inaugurada en presencia de Monseñor Agustín Rodríguez, entonces Obispo Diocesano de Villarrica, diócesis a la cual pertenecía en ese momento la región de Itapúa. El edificio se destaca por su arquitectura imponente y su carácter solemne, convirtiéndose en un refugio espiritual para los fieles y en un atractivo más para los visitantes. La historia de la Catedral registra otros hitos importantes, como la elevación de la entonces Parroquia a Prelatura el 19 de enero de 1957. En esa ocasión fue designado como primer Prelado de Itapúa Monseñor Juan Wiessen, iniciando una nueva etapa en la organización eclesiástica de la zona. Un antecedente significativo se remonta al 12 de octubre de 1917, fecha en que el Reverendo Padre Jesús Daniel López se desempeñaba como Cura Párroco. A lo largo de las décadas, la Catedral ha sido testigo de momentos trascendentales para la comunidad católica local, manteniéndose como símbolo de unidad, devoción y continuidad histórica. Hoy en día, la Iglesia Catedral no solo acoge celebraciones litúrgicas, sino que también es escenario de eventos culturales y sociales que fortalecen la vida comunitaria. Su valor espiritual, patrimonial y arquitectónico la convierten en uno de los principales puntos de interés dentro del circuito religioso de Encarnación.