Ubicada a 200 km de Concepción, en la frontera con Brasil, la ciudad de San Carlos del Apa es un destino cargado de historia y rodeado de una imponente belleza natural. Su mayor atractivo es el Fuerte San Carlos del Apa, una fortaleza construida durante la época colonial como defensa ante las invasiones portuguesas. Declarado patrimonio histórico por Paraguay y Brasil, el sitio fue escenario de numerosas batallas y hoy permanece como testimonio de un pasado marcado por la resistencia y la estrategia militar. San Carlos es un pequeño y tranquilo pueblo de menos de 1.000 habitantes, conocido como “El pueblo que se negó a morir”. Esta denominación surge de un periodo crítico en su historia, cuando, por el abandono estatal, muchos de sus pobladores emigraron al Brasil. Sin embargo, un grupo de pobladores se mantuvo firme, resistió y logró repoblar y revitalizar la comunidad con esfuerzo y orgullo. La ciudad se sitúa en un entorno privilegiado, rodeada de cerros, bosques vírgenes y el Parque Nacional Paso Bravo, una de las reservas naturales más importantes del país, con más de 280.000 hectáreas de biodiversidad protegida. El río Apa, que marca el límite natural con Brasil, ofrece además un puerto de balsa que permite el cruce hacia San Carlos do Apa, del lado brasileño. Hoy, con calles que poco a poco comienzan a ser adoquinadas, una comunidad hospitalaria dedicada a la agricultura y ganadería, y un patrimonio histórico de valor continental, San Carlos del Apa se presenta como un destino ideal para aventureros, amantes de la historia y exploradores de la naturaleza. Su riqueza está en su autenticidad, su gente y su memoria viva.