Horqueta, ubicada en el Departamento de Concepción, a 50 km de la capital departamental y a 428 km de Asunción, es una ciudad en constante crecimiento económico y cultural. Reconocida a nivel nacional como la “Capital del Ka’a He’ẽ”, nombre en guaraní de la stevia, Horqueta ha sabido posicionarse como un referente en la producción y el aprovechamiento de esta planta de origen paraguayo, considerada uno de los endulzantes naturales más importantes del mundo. La economía local es diversa y dinámica. En la región se encuentran instaladas procesadoras de yerba mate, industrias aceiteras y desmotadoras de algodón, que generan empleo y fortalecen el desarrollo productivo. La agricultura y la ganadería también ocupan un papel central, con el cultivo de productos de consumo nacional y la cría de ganado que abastece a los mercados locales y regionales. La artesanía en cuero es otra de las expresiones más características de la ciudad, donde los maestros artesanos elaboran objetos de gran calidad como monturas, cinturones, bolsos y otros artículos que reflejan la identidad del norte paraguayo. Horqueta también ofrece atractivos culturales y naturales. Sus comunidades mantienen vivas tradiciones ligadas a la música, las danzas folclóricas y las celebraciones religiosas, que refuerzan el sentido de pertenencia de sus habitantes. La Iglesia Parroquial San Carlos Borromeo es un punto de referencia espiritual e histórico, mientras que las estancias y parajes rurales de los alrededores invitan a disfrutar del turismo de naturaleza y de aventura, con actividades como cabalgatas, pesca, recorridos por caminos rurales y experiencias vinculadas al trabajo del campo. En los últimos años, la ciudad ha experimentado un proceso de modernización con la llegada de nuevas instituciones educativas, comercios y servicios, lo que consolida a Horqueta como un centro urbano estratégico dentro del departamento de Concepción. Así, Horqueta se presenta como una ciudad que combina tradición y progreso, donde la riqueza cultural, la fuerza productiva y la calidez de su gente la convierten en un destino con identidad propia en el norte del Paraguay.